miércoles, 31 de diciembre de 2008

lunes, 29 de diciembre de 2008

Recomendadas para las vacaciones

Las vacaciones son un momento oportuno para ver buenas películas. Aquí van algunas recomendadas con sus enlaces para bajarlas.


ADMIRAL (2008)

Película rusa, sobre la vida del almirante Kolchak, comandante del Ejército Blanco. Destrás de una historia romántica, y adulterina, el desarrollo de la guerra de los blancos contra los bolcheviques. Con trasfondo zarista y remembranzas del régimen imperial, muy buena fotografía y excelente dirección.


JOYEUX NÖEL (2005)




Basada en un hecho real. Durante la guerra de trincheras, en la 1º Guerra Mundial, alemanes por un lado, y franceses y escoceses por otro, hacen una tregua la noche de Navidad. Los unirá la Santa Misa, celebrada por el capellán escocés, el latín y los cánticos navideños.


LA LEYENDA DE SANTA CLAUS (2007)


Una película finlandesa. Otra versión sobre la leyenda de San Nicolás. No es una película propiamente cristiana, pero es un buen ejemplo, para los niños, de la generosidad y entrega. Además, unos paisajes maravillosos.

Contraseña para descomprimir: www.latinomoviez.net

EL DECÁLOGO (1988)



Son diez películas, una para cada mandamiento, del director polaco Krystof Kieslowski. Ambientadas en los grises monoblocks de la Varsovia soviética, muestran de un modo muy particular los mandamientos divinos.

Las películas se pueden bajar desde esta página.
Los subtítulos desde aquí.

EL TRIUNFO DE LA VOLUNTAD (1935)


La clásica película de Leni Riefenstahl. Una documental sobre el congreso del partido nazi de 1934 en Nürenberg. Casi dos horas de excelente filmación, marchas militares y discursos de los lideres, particularmente Adolf Hitler y Rudolf Hess. Imperdible! Aunque, mal que le pese a nuestro amigo El Alemán, en sus palabras el Führer se muestra particularmente moderno y anti-tracional.  Sieg, Heil!
(He podido conseguir los subtítulos sólo en inglés, pero la película vale más por sus imágenes que por sus palabras).


BATMAN - EL CABALLERO OSCURO (2008)


Película del director Cristopher Nolan. Muestra el verdadero lado e inteligencia del mal personificado en el Guasón . Batman y el Fiscal son fachos. Para pensar los diálogos.


Un truco para evitar la espera de minutos, horas o días para bajar cada uno de los archivos de Rapidshare para quienes no están suscriptos a ese host. Es muy fácil: luego de descargar cada archivo, desconectarse de Internet y luego volver a conectarse. 
Quienes tengan más recomendaciones, avisen.

jueves, 25 de diciembre de 2008

Feliz Navidad


Parvulus filius hodie natus est nobis:
et vocabitur Deus Fortis, Alleluia.


FELIZ NAVIDAD 
PARA TODOS LOS LECTORES DEL BLOG

domingo, 21 de diciembre de 2008

Knox by Waugh. Un regalo de navidad de Jack Tollers





Recibí la carta que copio a continuación de nuestro amigo, sir Jack. Ya casi me había olvidado de su promesa. Un trabajo impresionante, para no perderse, y leer, o releer, en una versión inteligente y anotada, la genial biografía de Waugh. Pueden bajarlo de la documentadísima página tolleriana: et voilà, haciendo click en la pestaña correspondiente del banner de este blog.
¿Se animará con Enthusiasm?


Estimado Wanderer:

 En el otoño de este año en un arranque de entusiasmo y presunción prometí a los lectores de su estimado blog una versión argentina del “Knox” de Evelyn Waugh. Paso a explicar lo de mi presunción. En primer lugar, si hubiese recordado cuán extenso era el libro, jamás me le hubiese atrevido. Son más de 130.000 palabras (en la versión que presento alcanza las 327 pp. en formato A-4). Después vino lo de las dificultades de traducir como conviene. Conviene que sepa que para cuando el Anónimo Normando le metió mano, encontró no menos de dos o tres errores por página (de tipeo, de ortografía, de estilo, de… todo). Casi un millar de errores. Ahí caí en la cuenta de que no soy tan bueno escribiendo en castellano como me creía. Una verdadera humillación. Más adelante entendí por qué la versión de la editorial Palabra resulta ininteligible. No sólo por el difícil inglés de Waugh, sino por las particularidades tan específicas de la sociedad inglesa a principios del s. XX, Eton, Oxford, etc. Entonces me di cuenta de que contaba con los intestimables servicios del Sr. Google. Resultado: más de trescientas notas, ilustrando, explicando y ampliando centenares de tradiciones peculiares, costumbres de la época, vestidos, formas de hablar, comidas, maneras, etc…

 Pero el lector que se le anime, no quedará, creo, defraudado. Se va a enterar de mucho y, si le interesa el asunto, se va a divertir lungo.

 Tal vez la impresión de 327 páginas en A-4 salga algo cara en tonner y papel, pero quien así lo haga tiene asegurada una buena lectura para el verano. No es un libro, desde luego, para todo el mundo. Pero a mi juicio, más de un lector de su incisivo blog se entusiasmará con esto.

 ¿Y bien? No fuera por este asunto del entusiasmo, no me habría comido casi todo el 2008.

Jack Tollers

miércoles, 17 de diciembre de 2008

El problemita de Dumbledore, by Bárbol


El legendario Bárbol también tiene algo que decir acerca de Harry y su problemtático maestro.

Este Wanderer tiene la rara cualidad de hacer salir de su letargo a mas de uno...

 No voy a entreterme aquí con los diversos elogios que se podrían hacer a la muy meritoria saga de Potter, tan sólo algo respecto del debate acerca de las inclinaciones de Dumbledore, personaje, por cierto, clave en la obra.

Me voy a permitir, con impertinente descaro, contradecir en un punto a una indiscutible autoridad potteriana como es Dositheus Chartophylax. Si bien coincido plenamente con todo el resto de sus aseveraciones, yo no afirmaría tan categóricamente que "en la obra no aparece la más mínima alusión a este tema": al leer el último volumen (y lo leí prácticamente en cuanto apareció la edición inglesa, es decir, mucho antes del desdichado episodio), me pareció muy claramente (pero también muy delicadamente) sugerida la "amistad particular" de la juventud de Dumbledore, por lo que no me chocó en absoluto cuando la autora "reveló" el asunto. Lo que sí me chocó, y grandemente, fué la manera brutalmente torpe y simplista de decirlo, en abierta contradicción con la delicadeza que acabo de destacar. El asunto es que habló del tema "desde afuera", como lo diría una persona de la calle que sabe el argumento "de oídas" y con las coordenadas corrientes de hoy día, extrapoladas completamente en relación al verdadero problema. ¿Que se quiere decir con "gay", que se quiere decir con "homosexual"?

El término "gay", con sus resonancias de "pride parade", es obvio que suena grotesco aplicado a un personaje como Dumbledore y aquí la Rowling cae en la simplificación barata, que no es sino un estadio mas "aggiornado" de aquello que Jack Lewis denunciaba finamente en sus "cuatro amores", al hablar de las amistades masculinas y la homosexualidad y a lo cual me remito.

 Para pensar el tema en serio, tomando distancia de la actitud de la sociedad "postfreudiana" (que con "gatillo fácil" da enseguida carácter sexual a fenómenos en sí mismos muy complejos) y permaneciendo en el mundo Británico (al cual no hay que perder de vista para entender muchas cosas de Potter), me viene a la cabeza el brevísmo, pero "pregnante", comentario que Waugh pone en boca de Cara, la amante de Lord Marchmain, a propósito de la relación de Charles Ryder con Sebastian: "Estas amistades románticas se dan entre ingleses o alemanes, pero no entre latinos. Creo que son muy positivas si no duran demasiado. (...) Es ese amor que experimentan los niños aun antes de conocer su significado. En Inglaterra llega cuando casi sois hombres, creo que eso me gusta. Es mejor tener esa clase de amor por otro muchacho que por una muchacha." Por supuesto que Waugh no hubiera dicho después en la tele que Ryder es "gay", pero es obvio también que Waugh no es Rowling...

 El asunto es que la cosa puede derivar mal, muy mal, si "dura demasiado"... en Dumbledore no duró demasiado, deshecho como estaba por la cruda realidad del drama que ocasionó. Cuánto duró y a qué punto se llegó, la musa lo calla discretamente. Y hace bien, pues así como la "amistad particular" en sí misma es perfectamente pertinente en la historia, los detalles escabrosos hubieran estado de más (y aquí sí, hay coincidencia con Waugh).

  Por lo tanto, además de la posibilidad de que "no ejerciera" y "Que, como cualquier hijo de vecino, luchara contra sus inclinaciones enfermizas consecuencia del pecado original, y viviera castamente." como proponía hace unos días Ricardo Corazón de León, está también la posibilidad (mas fundada a mi modo de ver) de que el asunto no hubiera pasado de una relación ambivalente de la primera juventud que no implicara una verdadera "inclinación enfermiza" con la cual tuviera que luchar toda su vida. Simplemente su amistad con Grindewald se vió marcada por la ambigüedad, pero no necesariamente a causa de una "inclinación estable", sino "ratione subjiecti amati" o tal vez a causa de la relación misma, tan peculiar, formada en torno a los intereses muy particulares que apasionaban a ambos. Vuelvo a remitir a Lewis para esto último.

 Lo que es claro es que, para la verosimilitud del personaje, no pega que sea de conformación psicológica homosexual, aun sin gestos de "mozo sin bandeja". Nadie niega que alguien con esa tendencia no pueda luchar y vencerla, vivir virtuosamente y, si es practicante, hasta santamente. Pero no olvidemos tampoco que es un "handicapeado" psíquico: hay un "plus" que aparece en Dumbledore que estas personalidades no suelen tener. Alguien que tuvo la "polio", puede, con suerte llegar a caminar mas o menos bien, pero no puede hacer atletismo...

 Lo que sí no se ve en ninguna parte, y en esto coincido con Ruth, es que la "lucha" de Dumbledore por adquirir la virtud tuviera que ver con una tendencia de este tipo, esto sí que no aparece en la obra.

 Otra cosa, y ahora me dirijo al Mago Capria que dijo el otro día "El bien y el mal están claramente opuestos en la saga de Harry Potter, en eso la autora escapa al canon posmo." Yo creo que en este aspecto la obra va muchísimo mas allá de "escapar al canon posmo": escapa también al "canon" moderno y, lo que es más importante, al "canon" simplista, pretendidamente cristiano,  de los "buenos" contra los "villanos" que concentran respectivamente el bien y el mal sin mezcla (cosa que sólo puede existir en el celuloide yanqui o en un microcéfalo "made un USA" como el de G. Bush).

En realidad escapa a todos los "cánones", pues tiene la intuición profundamente realista de que "el bien" y "el mal" no están "claramente opuestos", están confusamente mezclados: los malos allí son también capaces de cosas buenas (algunos de pequeñas, otros de grandes y algunos de muy grandes... y otros se "reciclan" simplemente porque ven que "se pudrió todo"), los "buenos" por su parte, tienen constantemente sus pequeñas miserias, empezando por Harry, que está a años luz del "muchacho" de film americano con su perfil de "ganador". Y al único que se le puede atribuir a lo largo de toda la historia una rectitud "ejemplar"... al final venimos a descubrir que el Albus Dumbledore que conocíamos y admirábamos fue logrado "a pulmón", con esfuerzo, después de haber tocado fondo, y no por propia iniciativa sino como reacción al golpe tremendo del drama familiar que él mismo ocasionó. En definitiva, el mundo de Harry es un mundo profundamente herido por el mal. Sin embargo su mensaje (el de la obra, no sé el de Rowling) se podría tal vez resumir en esto: "La regeneración es posible".

Se me dirá que Voldemort no se regenera, ni lo intenta, es más, rechaza burlonamente la propuesta de Harry de arrepentirse. Es que, lamentablemente, la impenitencia también es posible.

 Alguno dirá que esto no sirve para una buena formación, que se necesitan modelos claros y netos y no personajes que andan a tientas. El problema es que hoy día con sólo  historias de héroes "impolutos" se correría el peligro o de crear ideólogos que proyectan esa "perfección" en quien toman como modelo en la vida real o pesimistas, desalentados al descubrir los defectos (a veces enormes, si no es que son directamente pecados) presentes o pasados de aquellos a los que quieren tomar como modelos. Quien mas quien menos, todos estamos o estuvimos en el fango, lo importante es que la gracia sobreabunde donde abundó el pecado. Una formación que no olvide esto puede ayudar a evitar los peligros mencionados, y para esto los "heroes" de Harry Potter son de gran ayuda.

 Otra cosa notable, añado, es que en la obra a cada uno se le pide la regeneración de la que es capaz y cuando finaliza la guerra, la pacificación se hace de una manera realista mirando al "bien común", reinsertando a quien pueda dar un minimum de garantías sin exigir la "pureza" de los móviles de la "conversión" y haciendo, en una sana medida, una "prescripción" del pasado. Actitud diametralmente opuesta a la concepción maniquea de un "proceso de Nürenberg" o de la "Epuration" gaullista o a la versión local mersa que nos quieren montar aquí los "K"; o, mas aún (para que se vea que no es cuestión de "derecha" o "izquierda"), de los conflictos en la reestructuración post soviética, con una pretensión imposible de pasado "pulito" para ocupar cualquier cargo, político o eclesiástico. No sé de dónde sacó aquello la Rowling, pero corresponde a la mas rancia tradición política cristiana y realista.

 Habría mil cosas más para mencionar, como la pintura fuertemente satírica pero nada exagerada del mundo de la prensa: creo que después de los numerosos y durísimos párrafos que dedica Kierkegaard al periodismo, esto es lo mas contundente que vi. (Por mas que después la autora misma haya hecho de "Rita Skeeter" al hacer una "revelación" de mal gusto que tendría mas que previsibles resonancias).

 En cuanto a la presencia de Dios, me dá la impresión de que quien no la ve no ha leído los libros sino que sólo ha visto los films. Si se leen los libros la cosa salta a los ojos aún para un "dilettante" del mundo potteriano como yo; adhiero plenamente al trabajo al que lo remite Dositheus Chartophylax quien además podría bajarle una lista enorme de citaciones de su propia cosecha. Sólo una cosita para ilustrar: Voldemort es el mago mas poderoso, nadie lo iguala en ciencia y poder, vence finalmente a Harry... y sin embargo las cosas se revierten de un modo que es inexplicable no sólo en el mundo real sino también en los parámetros habituales del mundo ficticio de este género de literatura, el fin sería "traído de los pelos" si no se viera que hay "otras" fuerzas en juego.

 en fin, tal vez sea mucho decir que Harry Potter es "católico" y ni siquiera "cristiano", pero creo que no se puede negar que es -y lo es mucho más que en líneas generales- profundamente compatible con una visión católica. Lo cual hoy día no es poco.

 Bárbol

lunes, 15 de diciembre de 2008

El problemita de Dumbledore, by Ruth


Ruth no sólo corta espigas. También lee a Harry Potter y se anima a discutir con EL potterólogo argentino. Valiente (y bella) mujer!


Estimado Dositheus Chartophylax:
Dudé mucho si escribir o no, pero una frase del criticado Dumbledore me decidió a responder: “Hay que tener un gran valor para oponerse a nuestros enemigos, pero hace falta más valor para hacerlo con los amigos.” 

El tema es que me niego a ver al joven Dumbledore como dicen. Y por una razón muy simple: no está en los libros; no hay la menor insinuación; el comentario de Rowling -“siempre lo imaginé así”- tiene el mismo fundamento que si yo dijera “siempre creí que Harry se casaría con Cho”; es más, creo que tiene menos fundamento, porque mi afirmación estaría basada en los libros y podría demostrar qué me llevó a pensar eso en determinado momento.

¿Por qué no lo puso expresamente si siempre lo imaginó así? ¿Por qué al menos no lo insinuó en algún libro, como hizo con tantísimos temas, tan bien llevados, que aparecieron en el primer libro para concluir en el séptimo? Porque en el último habla únicamente de amistad entre Dumbledore y Grindewald; y a lo largo de la saga hemos visto amigos de todo tipo, pero todos bien hombres (Harry, Ron; James, Sirius, Remus; podríamos incluir Draco, Goyle y el otro que no recuerdo).

He leído todos los libros más de una vez (y no digo cuántas veces para no revelar qué alto es mi nivel de potterofilia…). La segunda vez que leí completo el séptimo, lo hice teniendo en cuenta su opinión (Usted sabe cuánto lo respeto), pero sinceramente no veo que Dumbledore haya cargado con eso toda su vida, porque no veo absolutamente nada que haga alusión a ese hecho “revelado” por Rowling. 

Creo que con ese criterio no podríamos juzgar nunca sobre la bondad o no de la saga potteriana hasta la muerte de Rowling o hasta la publicación póstuma de todos sus papeles. Cuando en realidad no es el modo con que hacemos la crítica de una obra. Yo leí los seis primeros libros juntos cuando se acabada de publicar el sexto; y en ese momento mi opinión fue completamente favorable… pero siempre quedaba una salvedad: falta el séptimo, el último, el fin de la obra, el elemento decisivo para poder hacer un juicio definitivo sobre ella. Y el séptimo fue bueno, fue muy bueno, en mi opinión el mejor. Pero mientras Rowling viva, ¿cuántas notas al pie puede seguir agregando? Mañana, cuando el guionista de la séptima película haga hablar a Molly de su amor desde siempre por el Sr. Weasley, Rowling nos puede “revelar” el pasado de Molly: en realidad siempre la imaginó casada y divorciada tres veces antes de su matrimonio con el Sr. Weasley, y la mitad de los hijos ignoran que su verdadero padre es no-sé-quién… Con eso quedaría destruida “la” familia de la historia. Ahora bien, ¿vamos a tener que condenar los libros por eso? Entiendo perfectamente que Usted no condena la saga, que ve una sutil crítica a la homosexualidad (y me alegra saber que el lobby gay también), pero ¿cuál es el límite de notas al pie que puede poner esta mujer? ¿Para hablar sobre Harry es necesario que me actualice cada día averiguando qué dijo Rowling? El Mago Capria creyó que había habido una confusión con el actor… ¡y es lógico! Y seamos sinceros, quienes leímos el libro, hasta escuchar el comentario de Rowling, eso nunca pasó por nuestras cabezas. Y pregunto: ¿Tiene ella derecho a seguir escribiendo notas al pie? ¿Merecen ser tomadas en cuenta para hacer una crítica a la obra? Respondo dos veces NO. La obra se independiza del autor, y, una vez terminada, éste no tiene dónde escribir notas al pie. Lo escrito, escrito está… pero lo no escrito, escrito no está.

Estimado Dositheus, la frase con que empecé el comentario la dice Dumbledore de Neville. Y en esa ocasión el pobre Neville no tenía razón. Sé que Usted es un potterológo y yo sólo una potterófila, y estoy dispuesta, como Neville, a ver lo que no veo. Pero mientras no lo vea, no lo puedo aceptar.

En el fondo de mi alma estoy convencida de que Quien inspiró la historia de Harry, evitó que la autora dejara sus propias ocurrencias en los libros.

Me despido con el respeto de siempre y, como siempre, confío en su paciencia y bondad. Disculpe si por momentos me apasiono un poco… eh… quizás un poco demasiado… :)

Ruth

PS: En mi opinión, la caída y arrepentimiento de Dumbledore está relacionada sobre todo con dos cosas: ante todo la conquista de la muerte (vivir siempre esta vida y no morir nunca) y, en segundo lugar, el poder. Ambas son, casualmente, la perdición de Voldemort; ambas son la tentación y caída de Dumbledore; pero de ambas se arrepiente y se encuentran desde el primer libro pruebas –que uno puede leer sólo a la luz del séptimo– de su arrepentimiento.

Desde el primer libro sabemos que Dumbledore fue elegido ministro de Magia y él lo rechazó; más adelante sabemos que esto sucedió varias veces; sólo en el séptimo sabemos que “naturalmente” lo rechazó porque “había aprendido que no podía confiar en mí con poder”, y cuando Harry asegura que hubiera sigo “mejor, mucho mejor” que los otros ministros, Dumbledore dice “¿Lo hubiera sido? No estoy tan seguro. Había probado, siendo un hombre joven, que el poder era mi debilidad y mi tentación. Es curioso, Harry, pero quizás aquellos que son más apropiados para el poder son los que nunca lo han buscado”.

Y el otro tema, más importante y uno de los ejes de la saga, la muerte (otro de mis temas preferidos de la obra, bella y profundamente tratado). Ya en el primer libro Dumbledore le habla a Harry de la muerte de Nicolas Flamel (“La muerte, para quien está preparado, es la siguiente gran aventura”); es una constante en todos los libros; y culmina en el séptimo: “el auténtico amo de la muerte es quien no busca huir de la muerte; acepta que debe morir y entiende que hay cosas mucho peores en el mundo que morir”. Y Harry acepta morir, se entrega.

Me animaría a decir que inmortalidad y poder están reflejados en la piedra filosofal (primer libro) y la varita de saúco (séptimo libro). Desde el principio al fin están esos dos temas, y creo que se los puede ver simbolizados ahí. De la piedra filosofal dice Dumbledore que “en realidad no era algo tan maravilloso. ¡Todo el dinero y la vida que uno pueda desear! Las dos cosas que la mayor parte de los seres humanos elegirían... El problema es que los humanos tienen el don de elegir precisamente las cosas que son peores para ellos”. De la varita dice que “es la menor de las reliquias, la menos extraordinaria de las reliquias” y, por eso, es la única que él puede poseer.

Creo que ante estos dos temas vemos tres actitudes: Voldemort que sucumbe; Dumbledore que cae y se arrepiente, que las verá como su tentación a lo largo de su vida por lo que pondrá especial cuidado en que no caigan otros; Harry que no cae ni por un momento, que tiene el verdadero poder y ha sabido conquistar la muerte no temiéndola y estando dispuesto a entregarse a ella para salvar a otros. Y algo más: el amor es lo que Voldemort no comprende y lo pierde; el amor es lo que hace que Dumbledore recapacite (el amor por su hermana); el amor es lo que mantiene a salvo a Harry y por él vence. 

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Harry Potter by Jimmy Page


Un ¿nuevo? lector del blog, Jimmy Page, ha dejado un nuevo y extenso comentario sobre su héroe, Harry Potter. Yo no he leído los libros; sólo vi algunas de las películas, y me parecieron buenas. Además, un amigo potteriano y potterólogo, que merece toda mi confianza, recomienda los libros vivamente. La discusión creo que debe darse, y dejar de lado los dogmatismos. La hermenéutica de Page me parece buena. Aquí va:

Hemos de realizar estas reflexiones sobre la obra de HARRY POTTER que tanto ha dado que hablar, habiendo concluído recientemente la segunda lectura sobre la obra.-
Como estamos en el año paulino, trataremos que nuestras reflexiones se encuentren inspiradas en tal espíritu quien nos aconseja hemos de tratar de salvar la verdad del prójimo.- Ahora bien ¿ qué significa esto de “salvar la verdad del prójimo”?.- Propongo que lo entendamos como tomar lo bueno de la obra disimulando sus errores –si los tuviese- exageraciones, disonancias, etc.- Es la actitud que dijo el P. CASTELLANI había tenido al volcar por escrito su estudio sobre el gran pensador religioso danés Sooren KIERKEGAARD (ver “De Kieerkegaard a Santo Tomás de Aquino”, Guadalupe, Bs. As., 1973, pág. 10).
Es cierto que esta actitud que proponemos es similar a aquel recurso gramatical según el cual, cuando se agrega un adjetivo como demás para enfatizar el sustantivo.- Por ejemplo, sangre “roja”.- Lo mismo ocurre –nos parece- con cualquier obra humana.- Ninguna está exenta de errores, de alguna inexactitud, pues justamente, es humana y por lo tanto –está como de más decirlo- inexacta, o al menos proclive a caer en alguna inexactitud.-
Conociendo, pues, que toda obra humana tiene tal veta ¿tenemos derecho a desecharla de plano sólo por humana? Entendemos que no y mil veces no; no podríamos vivir directamente si lleváramos a la práctica semejante idea.- Incluso la silla en la que me siento puede fallar y ocasionarme un buen porrazo; ahora bien ¿ello me da derecho a sospechar de todas las sillas y rechazarlas a causa de que pueden estar falladas?.- Vemos que no y mil veces no.-
Con nuestra obra sucede lo mismo.- Entendemos que de plano, sin haberla leído, reflexionado al menos un poco, no podemos rechazarla.- Los invito a leerla y luego de hacerlo, imbuidos del espíritu paulino, tratemos de sacarle jugo, pues para ello fue escrita.-
Quienes han leído la biografía de autora, Sra. J. K. ROWLING, habrán advertido que la obra fue simplemente escrita sin el propósito de ganar dinero, el cual –para bien o para mal de la autora- vino después y a grandes paladas; la obra fue concebida por la autora, sin saber ella de dónde la venía esta inspiración.- Quienes saben Literatura y Teología podrán darnos una explicación de la invasión de la “musa”.-
Ella misma cuenta que siendo una simple pasajera de un tren e iba mirando por la ventanilla, cuando de repente la obra entera le invadió la cabeza a modo de volcán que repentinamente se pone en erupción.- Entró en una terrible crisis porque quería anotar las ideas en un cuaderno y no tenía lapicera, consiguiendo histéricamente que un pasajero le prestara una, que a los pocos minutos dejó de funcionar.-
Así llena de la lava de la musa, llegó a destino y se trasladó frenéticamente a su departamento donde no le daban las manos para volcar en un papel todo lo que se le ocurría.- Repetimos: la obra HARRY POTTER no fue un producto de la voluntad de la autora “quiero escribirla”, sino que fue concebida a borbotones.-
Uds. saben la anécdota que trae el P. CASTELLANI en el prólogo de “CAMPERAS” cuando cuenta que se “decidió” a escribir un libro de fábulas, para lo cual sacó de su Biblioteca todos los libros que sobre el tema tenía y los puso en la mesa con la intención de escribir sobre el tema.- De repente se le apareció “la Musa de las Fábulas” y le increpó su actitud de escribir “porque quiero hacerlo”, sugiriéndole que no escriba si no había concebido ninguna idea.- Pero leamos textualmente el diálogo entre el P. CASTELLANI y la Musa de las Fábulas porque siempre ha de ser más claro que yo:
“… Ah, torpe –me dijo-, torpe! ¿Qué andas allí revolviendo papelotes? ¡Escribe sencillamente lo que se te haya ocurrido!
- No se me ocurre nada –le dije.-
- No escribas entonces.- ¿Quién te manda escribir?.- ¿O qué se han pensado ustedes, los que andan escribiendo libros a la fuerza?.- Un libro no se debe hacer sino cuando uno ha concebido allá dentro un concepto vivo, que debe salir a la luz para bien del mundo.-
- Yo, señora –le contesté humildemente- no es que no tenga algo para decir al mundo, sino que lo que tengo es medio pobre y buscaba con qué adornarlo.-
- Más vale salir pobre que no vestido de ajeno –dijo ella.- Yo tampoco llevo sedas y sin embargo no voy a robar a mi hermana Melpómene.- Y señaló su bata de percal y su pollera de merino, el pañuelo al cuello y el rebenque sin virolas …” (Teoría, Bs. As., 1964, págs. 11/12).-
Sabiendo esto, es decir, sabiendo que la autora concibió un concepto vivo para decir al mundo, creemos que lo expresó de una manera altamente maravillosa, bella, manera de la cual quiso rescatar valores tradicionales a montones.-
Yo por mi parte y teniendo en cuenta mis limitaciones para entender –Uds. podrán sacar miles más- me permito resaltar los siguientes solamente del 1º libro llamado “La piedra filosofal”:
1º)-Una crítica brillante, cómica, humorística de la vida burguesa: La encontramos en el primer capítulo del libro –llamado “el niño que sobrevivió”- cuando se refiere a la familia DURSLEY, los tíos de nuestro personaje, quien a los pocos meses de nacer quedó huérfano de padre y madre, y a quienes le “encajaron” el huérfano para que lo criasen hasta su debido tiempo.-
Los DURSLEY representan el estilo de vida “burgués”, pero ¿qué significa esto?.- Significa el ideal de la “normalidad”, ese estilo de vida enmarcado en cánones que postulan la aversión a todo aquello que “se salga” de esos cánones.- Representaban la aversión a lo extraño o misterioso.-
Los DURSLEY representan la vida “normal”, entendiendo por tal ese estilo de vida que el P. CASTELLANI siguiendo a KIEERKEGAARD llamó “vida estética”, esto es, la vida superficial o centrada sobre las facultades inferiores, sobre la sensación, el placer; estamos en tal grupo cuando centramos nuestra vida sobre algo exterior, esto exterior somos nosotros mismos disfrazados con su personalidad esencial.-
Son aquellos que dicen “hay que disfrutar la vida” o “yo quiero vivir mi vida”.- Centramos así la vida en tener buena salud, o en tener poder, o en tener dinero, o en tener talento; es decir, en cosas externas.- El Sr. DURSLEY solo cree en lo “real”, entendiendo por tal únicamente lo que puede ver y tocar, puesto que no aprobaba la imaginación (todo aquello que no puede verse ni tocarse).-
Son las personas que juzgan los acontecimientos, las actitudes, las intenciones, los rótulos con los que encasillan a las personas, de acuerdo con lo que ellos llaman “resultados”.- Es decir, si “la cosa terminó bien” es porque el agente conocía lo que hacía, si no, es porque no conocía.- Y el significado de “bien” que asignamos erróneamente, se refiere siempre a lo económico o material: “Le ha ido bien porque compró un auto nuevo”, “porque fue de vacaciones a Punta del Este”, “porque gana dinero”.- Todo fracaso es sinónimo de desconocimiento y/o desprestigio (entendiendo paralelamente el “fracaso” como falta de dinero, de vacaciones, de grandes caserones, de cambios de vehículos, de linda ropita, etc.).- De esta manera, ROSAS fue un perdedor, el empresario que conserva su automóvil por más de 5 o 6 años “no le va bien, fijate que no ha podido cambiar el auto”; para esta manera de juzgar hasta CRISTO fue un perdedor (de hecho murió en la cruz).-
Somos así cuando cruelmente juzgamos personas y acontecimientos con el resultado ya puesto, ya sabido; como quien lee en el diario que el premio de la Lotería correspondió al Nº 65 y considera estúpidos a todos los que no compraron ese billete, ¡como si estuviese en sus manos saber qué número saldría!.-
El estadio estético corresponde a la vida “achiquilinada”, como Don Juan Tenorio que se preocupa por el estado de sus bigotazos, de su espada, de su porte arrogante y su valor temerario.- Es la vida que resbala sobre la superficie de las cosas, hecha más de impresiones que de otra cosa; incurablemente frívola, que parece más a la vida del animal que vive en el instante que pasa y jamás piensa en la muerte.-
Hasta aquí el P. CASTELLANI.-
Los DURSLEY eran perfectamente “normales”, Tío Vernon no era mala persona, sino que amaba a su esposa e hijo y los trataba con mucho cariño.- Era un próspero empresario que quería su trabajo, y lo hacía bien.- Su fábrica de taladros era muy buena, sus productos eran fácilmente vendidos.-
Tía Petunia era una mujer dedicaba al hogar, no se alejaba de su casa por motivos laborales y su vida se desenvolvía en el cuidado del niño y los quehaceres domésticos.- El hogar no era una carga para ella, su corazón estaba puesto en él.-
Tanto el Sr. como la Sra. DURSLEY se amoldaban al marco de “buenos padres de familia”.-
Pero veamos cómo la vida de los DURSLEY es así, puesto que nuestra autora los describe como una familia orgullosa de ser “normal”, en donde la vida del Sr. DURSLEY ronda en cómo vender cada vez más taladros –pues tenía una fábrica- y todas sus relaciones y movimientos estaban focalizados en ese objetivo.- Sus relaciones sociales, sus viajes, sus salidas del hogar, etc.-
Veamos cómo es un día de la vida de don DURSLEY, un día común.- Así lo describe en el capítulo 1: “Sin embargo el Sr. DURSLEY tuvo una mañana perfectamente normal, sin lechuzas.- Gritó a cinco personas diferentes.- Hizo varias llamadas telefónicas importantes y gritó un poco más.- Estaba de muy buen humor hasta la hora de almorzar, cuando decidió estirar las piernas y cruzar la calle para comprarse un bollo en la panadería”.-
Se destaca la situación de una de las pocas visitas que los DURSLEY reciben en su casa: una pareja interesada en realizar una importantísima compra de taladros.- Esto lo veremos en el 2º tomo de la obra (”La cámara secreta”) donde la cena es preparada minuciosamente, ensayan frases como “qué lindo vestido tiene Ud., Sra.”, etc.; es decir, todo un despliegue tendiente a agradar a las visitas en aras de concretar la operación comercial.-
Esta actitud es puesta en ridículo por la autora.- ¡Cuántas veces habremos visto en nuestros años a personas que se introducen en instituciones –religiosas o no-, en grupos, en partidos políticos, en el deporte, etc., solamente para conseguir relaciones que les reditúen laboralmente!.- Sí, lo pensamos y nos resulta desagradable tal actitud, pero la hemos visto atónitos tanto en los demás como en nosotros mismos.- ¡A cuántas reuniones, cenas, eventos, etc. hemos asistido con el solo propósito de ganar relaciones que nos beneficien en nuestro trabajo!
De esta manera –y aunque se juzgue pueril- la autora aquí ha desenmascarado aquella actitud nuestra que –disfrazada de piadosa, hogareña y familiera- en realidad se desvive por la “casa”, el “auto último modelo”, por las vacaciones, por las mejores notas de nuestros hijos, etc.-
La vida burguesa, la vida sin sobresaltos, la vida en la que se suda para dejar “un buen pasar” a los hijos cuando crezcan; la vida en lo que todo ha sido previsto reduciendo las expectativas y/o necesidades de la esposa e hijo, a la vida cómoda: televisión, comida abundante, esponjosos sillones, imagen “normal” frente a los vecinos, etc.- Esta es la vida puesta en ridículo –con mucha sabiduría y sentido del humor- por nuestra autora.-
2º)-Separación del mundo mágico y el mundo muggle: Si hacemos una lectura rápida de este primer libro (y del resto), podemos concluir que la autora presentaba al mundo mágico y al mundo no mágico (también llamado “muggle”) como si los distanciara un abismo dialéctico, es decir, el mundo mágico que desprecia al mundo no mágico.- No es así.-
Pienso que otra de las grandes verdades tradicionales que rescata nuestra autora es el del justo lugar de las relaciones entre esos dos mundos, que no es materia ahora de nuestra reflexión.- Solo podemos decir ahora que la autora a lo largo de los libros quiere enfatizar que los grandes destinos de la Humanidad no se deciden con nuestra participación (véase por ejemplo, en el 5º o 6º tomo los huracanes, las caídas de los puentes fuertes e importantes de nuestro mundo; acontecimientos inexplicables para los no mágicos y enteramente explicables para los magos: es VOLDERMONT quien los causa, y contra quien los no mágicos no pueden hacer absolutamente nada).-
Rescatemos al respecto de esto último en el capítulo 1, el comportamiento extraño de las lechuzas, sobre las cuales los “observadores” y “expertos” no pueden explicar su comportamiento al volar la ciudad de Londres en bandadas y a plena luz del día.-
El barrio y la casa de la familia DURSLEY es el último lugar donde cualquiera podría llegar a suponer que ocurrieran cosas “fuera de lo normal”.-
Es la vida burguesa lo que cómicamente la autora quiere ridiculizar y no el hecho de que sean “muggles” o no mágicos, ya que varios llamados a integrar el mundo de los magos son hijos de muggles, y uno de los protagonistas principales (Sr. WESLEY) es un ferviente admirador de las costumbres muggles, no mágicas.-
3º)-La prudencia de Albus DUMBLEDORE: Luego se entabla un diálogo entre los profesores DUMBLEDORE y McGONAGALL , donde ambos cambian pareceres sobre la decisión de dejar a Harry POTTER bebé en manos de los DURSLEY.- La profesora Mc GONAGALL no estaba de acuerdo con tal decisión atento a que sostenía que no podía encontrarse a gente más distinta a los magos que los DURSLEY, quienes jamás comprenderán a Harry.- Sostenía que Harry sería famoso una leyenda, el día de hoy será conocido como “el día de Harry Potter”, se escribirán libros sobre él, cada niño del mundo conocerá su nombre.-
DUMBLEDORE respondió a este planteo diciendo que por ésas mismas razones es que lo deja con los DURSLEY: “Esa fama basta para marear a cualquiera: ¡Famoso antes de saber hablar y caminar! ¡Famoso por algo que ni sabe ni recuerda!.- Es mejor que crezca alejado de todo hasta que esté preparado para asumirlo”.-
DUMBLEDORE deja al niño más famoso del mundo mágico en manos de los “muggles” más vulgares que pueden existir.- ¿No nos trae a recuerdo ello la decisión de Aquél que decidió que su Hijo nazca en un corral de animales, en el peor pueblo conocido en ese entonces, donde “nada bueno puede salir”, según palabras de quien luego sería uno de sus Apóstoles.-
La autora intenta enfatizar cómo los grandes prodigios, las grandes personas crecen sin tener en cuenta y sin que influya nuestra indiferencia o nuestra poca o nula atención.- Sabemos que las plantas crecen día y noche en forma imperceptible, y nosotros somos incapaces de verlo, pero día tras día lo hacen.-
DUMBLEDORE aquí personifica la misteriosa confianza en la Providencia a la cual nuestro Señor nos dijo que debíamos despreocupadamente entregarnos.-
4º)-La correcta visión del dolor: Otro diálogo muy valioso entre DUMBLEDORE y McGONAGALL es referente a la cicatriz que nuestro personaje aún siendo un bebé tiene en la frente.- El más grande de los magos sostiene que ni aún con los más grandes poderes mágicos puede ser borrada, ni aunque pudiera se la borraría, puesto que las cicatrices pueden ser útiles.- Hasta incluso nuestro Señor luego de resucitado no sólo que no las quitó de su cuerpo, sino que además las exhibía con orgullo.-
Es la misma tesis tradicional sobre la experiencia y las enseñanzas que podemos sacar del dolor, que recitamos cuando decimos “no hay mal que por bien no venga …”.-
5º)-El engaño de las apariencias: Por supuesto que estas reflexiones que obtenemos no están presentadas en el libro tal como las exponemos, en forma separada y esquemática, sino que se dan entremezcladas.-
Queríamos resaltar aquí el aspecto físico de nuestro personaje, descrito por la autora como “Harry había sido siempre pequeño y muy flaco para su edad.- Incluso parecía más pequeño y enjuto de lo que realmente era …. Tenía un rostro delgado, rodillas huesudas ….”
Todo ello nos lleva a la conclusión de que físicamente no era fuerte, y tampoco daba la apariencia de ser sano.-
Incluso en el Colegio tampoco se destacaba en su aplicación como alumno; era más bien “del montón”, más bien abúlico, apático con los profesores; en contraposición a HERMIONE que adoraba estudiar y demostrar que sabía.- HARRY en cambio hacía los deberes “porque había que hacerlos” sin sentir un gusto por el cumplimiento de tales obligaciones.-
Nada permitía suponer que Harry tuviese algo extraordinario; su nombre se hizo conocido porque VOLDERMONT no pudo matarlo cuando bebé desapareciendo el asesino en esa ocasión.-
Bueno, este niño así como lo hemos visto, será el que realizará acciones heroicas y desproporcionadas para un niño; seguro que tales acciones no son atribuibles a él mismo –ni Harry se propone en lugar alguno atribuírselas- sino el resultado de grandes “casualidades” y la ayuda de sus amigos inseparables –Ron y Hermione-, todo por supuesto bajo la misteriosa visión del gran DUMBLEDORE, quien parece estar lejos y sin embargo siempre está presente.-
En fin, son tantas las verdades tradicionales destacadas en esta obra –hemos expuesto solo algunas- que su lectura no solo es un pasatiempo, sino además una fuente de verdades bellamente encarnadas en personas, excelentemente escrito, denso por momentos, ligero en otros, pero siempre enérgico, agradable, con un gran conocimiento del alcance y significado de cada expresión.-
Espero que la disfruten tanto como yo; creo que es una obra muy recomendable.-
 
Jimmy PAGE

viernes, 5 de diciembre de 2008

Alexis II


El patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Alexis II, murió hoy a los 79 años de edad, anunció un portavoz de esta institución religiosa.
"El patriarca Alexis ha muerto. Ocurrió hoy por la mañana", aseguró Vladímir Viguiliánski, portavoz de la IOR, según la agencia oficial Itar-Tass.
Alexis, patriarca ruso desde junio de 1990, cuando aún existía la URSS, había tenido durante los últimos años graves problemas de salud, e incluso a mediados del pasado año se rumoreó que había fallecido.
Según la prensa rusa, su posible sucesor será el metropolita Kiril de Smolensk y Kaliningrado, jefe del departamento del Exterior eclesiástico de la IOR, que recientemente se reunió con el líder cubano Fidel Castro en La Habana.
El ex dirigente soviético Mijaíl Gorbachov se mostró hoy "conmocionado" con la noticia, ya que dijo "respetar profundamente" al Patriarca.
Durante su mandato, Alexis fue un firme defensor del papel preponderante de la IOR en la sociedad rusa, pese a que la Constitución estipula que Rusia es un Estado multiconfesional integrado por ortodoxos, musulmanes, judíos y budistas.
Además, mantuvo unas relaciones muy difíciles con la Iglesia Católica, en particular, con el anterior Pontífice, Juan Pablo II, al que acusó de promover el proselitismo en la zona de influencia de la IOR en Rusia y Europa del Este.
En cambio, las relaciones entre Roma y Moscú mejoraron sensiblemente con la llegada al pontificado de Benedicto XVI, con el que dijo compartir principios morales.
El Patriarca se ha manifestado públicamente en contra de la homosexualidad e incluso tachó de "sacrilegio" las marchas de orgullo gay.
En varias ocasiones ha sido acusado de haber sido durante varias décadas un agente de los servicios secretos soviéticos (KGB), algo que siempre ha negado rotundamente.
Alexis II, que nació en Tallin (Estonia), fue nombrado obispo de esa ciudad en 1964 y Patriarca en 1990 tras la muerte de su antecesor, Pímen I.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

La vocación según Potter


Por esas cosas de los blogs, John Lennon dejó su interesante comentario en un post que fue rápidamente superado por el siguiente. Total, que muchos lectores se quedaron sin la hermenéutica potteriana del tema de la vocación.
Pensé que Lennon era un conocido y ensotanado potterólogo, pero dicen que no es así...

Excelente debate, leerlo y reflexionarlo significan que no todo está perdido en la Argentina. Aún exiten algunos pensantes -intensos o no- mezclados en el mundo e interactuando con él, sin que el grueso de sus habitantes lo advierta. Parecida situación a la narrada en la obra de HARRY POTTER, donde el mundo de los magos y el de los muggles -si bien intentan la separación- casi nunca lo consiguen. Así los efectos o consecuencias -ya buenas, ya malas- de las virtudes y defectos de los magos, se traslada al mundo muggle sin explicación racional de estos. 
Lo que nos sucede es similar: los que somos "normales" del montón, no somos sino sujetos pasivos de aquellas grandes batallas llevadas a cabo en otro plano (el mundo mágico, llamémosle "contemplativo") donde los aciertos y errores repercuten dràsticamente sobre nosotros (muggles)
Pero la autora de tan inmensa obra -J.K. ROWLING- la tiene clarísima con respecto a la "vocación" de mago: ninguno lo es porque quiera, sino que de repente es llamado. No participa para nada un acto propio de su decisión, de su voluntad. La carta de invitación es recibida sin ser esperada, y los magos libremente la aceptan.
En nuestros "seminarios" es distinto: aquí el aspirante a sacerdote es quien toma la iniciativa "quiero ser sacerdote" y golpea la puerta para que lo dejen ingresar; como quien quiere estudiar medicina, ingeniería, arquitectura, o simplemente quiere buscar trabajo: va y se ofrece, enfatiza sus "virtudes", se auto hace propaganda diciendo "tengo todas las condiciones necesarias para el cargo".
En HARRY POTTER es al revés. cuando el protagonista es llamado, él se queda desconcertado "¿no será un error?" se pregunta varias veces; desconcierto similar al llamado de la Sta. Virgen "¿cómo podrá ser esto posible?"; e incluso lo manifiesta varias veces a Hagrid, aquél "cartero" que le avisa de que ha sido llamado: debe ser un error, no puedo yo ser mago, le dice HARRY POTTER.
Cuentan que así fue tradicionalmente el acceso al sacerdocio: el obispo -cuando necesitaba un sacerdote- lo buscaba entre los monjes, a quienes había que sacar a los tirones, a la fuerza de los conventos, para convertirlos en sacerdotes y asignarles una "parroquia"; ninguno tenía la "vocación de sacerdote parroquial".-
Cuánto debemos aprender de esta obra de HARRY POTTER!!!
Muy buena la página, es un placer leerlos y seguir el debate. Un abrazo

John Lennon

miércoles, 26 de noviembre de 2008

De Sir Jack al Athonita


Jack Tollers me envió el sábado pasado una larga y aplastante respuesta a los desmanes monásticos de nuestro apreciado Athonita, del que buena cuenta han dado Ludovicus y Lupus. Retrasé la publicación de la respuesta esperando que se agotaran los comentarios de la entrada anterior lo cual, claro está, no ha sucedido. No es justo, entonces, retener la respuesta de Lord Tollers cuando el Athonita ya ha respondido (?) con varios comentarios.


Fue hace cosa de quince años, y nos agarró de sorpresa. Eramos más jóvenes, sabíamos menos de la vida, habíamos sido mal enseñados, nos faltaban lecturas y reflexión, algún maestro que nos hiciera ver esto y aquello, y por falta de atención o distraídos por el combate contra los progres, la secularización de la sociedad, Alfonsín y el destape, la ley del divorcio o la revista Humor, al principio no nos dimos cuenta.

Trabajábamos como en una iglesia, quizá con espíritu eclesial. Poníamos todo en común. Como quiere San Pablo, “en un solo cuerpo, y no todos los miembros con la misma función [...] Con dones diferentes conforme a la gracia que nos fue dada” (Rom. XII:4,6). Eramos amigos, poníamos todo en común. No sólo las canciones, el mate y el asado. Aprendimos a cantar Gregoriano (un poco, bastante  bien). También compartimos dudas, perplejidades, tentaciones y desalientos. Según recuerdo, se hablaba mucho, se movían cuestiones, se discutía todo. Había buen humor, risas y ayunos, vinos y bromas. Nos empeñábamos especialmente en la formación, en la iniciación de nuestros hijos en los misterios. Charlas,  retiros, campamentos, clases.  También hubo muchísimas peleas, cómo no. Que es el reverso de la corrección fraterna. Y reconciliaciones, y misas y rosarios en común. Mientras duró, estuvo bueno.

Pero una noche apareció el enemigo y sembró cizaña, que como sabemos, se parece mucho al trigo. Como que sacar a un pibe o a una niña buenos se parece mucho a sacarlos curas o monjas. Y al principio, sonsos de nos, no nos dimos cuenta. Que algunos de entre los nuestros habían comenzado a melonear a los chicos. O dejar que otros los meloneen. Después hubo una pequeña guerra entre Aguer y Buela, a ver quién se quedaba con más rehenes. Y ganó, otra vez, Buela. Y Aguer, teléfonito rojo de por medio, terminó ordenando en La Plata a los pibes de Buela. Fue una verdadera desgracia. Y lo sigue siendo. Porque los del bando clerical se abrieron, dejaron de oír razones, se enojaron y no quisieron hablar más con nosotros. Y ahora, quince años después, los resultados están a la vista. Ellos ganaron: tienen enorme cantidad de “vocaciones”. Nosotros, (entiéndase bien, como ellos lo entienden mal) ninguna. Por ahora, por lo menos. De sus filas¾¾de entre sus hijos¾¾salieron muchos, muchísimos, clérigos y religiosos, y monjas y misioneros y no sé qué más. De las nuestras, por ahora, ninguno. De manera que, como digo, en sus propios términos, ganaron. Como todos sabemos, Buela siempre gana, es un ganador.

Pero si nosotros perdimos... ¡mi Dios! ¡Cómo perdieron esos chicos y chicas! Y ahora que pasa el tiempo, y el tiempo comienza a darnos la razón, ay, no la querríamos tener. Los más grandes rondan ahora los treinta de edad y... dispénseme de poner ejemplo, que usted bien ha de saber a qué me refiero. Ha llegado a mis oídos la reflexión de un bueludo: “¡Qué desastre! Ahora van a usar este caso en contra nuestra”. El caso es tremendo. (Pero no, señores bueludos, no vamos a “usar” nada. No estamos acostumbrados a “usar” cosas así). Que si le pasara a alguno de nuestros hijos lo que les ha pasado y pasa a los hijos de ellos... no sé. Me resulta inimaginable. Nuestros hijos no son santos, qué va. Pero son bastante sanos. No siempre van a Misa, pero a veces se ríen. No siempre se portan bien, pero a veces sí (y nadie lo ve, excepto el Padre que ve en lo secreto). Estaría bueno que rezaran un poco más, chuparan un poco menos (¡je! mirá quien habla), leyesen un poco más, se tomaran la vida más en serio, hicieran alguna que otra penitencia, se interesan un poquitito más en las cuestiones religiosas, litúrgicas, devocionales, etc...

Pero si lo hacen, alguna vez, si alguna vez se toman la religión en serio, que sea en serio. Y que la decisión sea de ellos. Y que no alteren ni una iod del Evangelio, y que no se dejen engatusar por el catolicismo paródico que es la peor peste del mundo y que una vez contraída, según mi experiencia, difícilmente tiene remedio (el proceso de deskukuficación es largo y penoso).

Nuestros hijos en cambio, por mucho que se porten mal, por lejos que se aparten de Dios (como el hijo pródigo), por mucho que tropiezen, siempre tienen dónde volver, a quién acudir, qué leer, qué sacramentos frecuentar y cómo y con qué disposiciones. Tienen a quién pedir consejo, tienen la posibilidad, real, de convertirse. Si la religión en ellos no hecho demasiada mella, por lo menos cuentan con una religión sin mella.

¿Es tan difícil entender lo que digo?

Castellani ha dicho bien que resulta muy difícil pegarle a lo paródico sin lastimar lo parodiado. En efecto. Y es lo que he tratado de hacer con esta “Llamada de emergencia”. Claro que para su recta inteligencia es preciso contar con una ingeligencia recta. Y rectificar la intención. Como dice Santo Tomás, “así como uno se determina respecto del fin, así juzga de todas las cosas” (dispénseme de decir dónde, y, si no lo toma a mal, no me vuelva a atribuir la invención de citas).

Se verá el énfasis de cada cosa que se dice en función del fin. El fin era impedir que al hijo de Josesito le embromaran la vida y que hicieran de él un infeliz. El fin era protegerlo de una mafia de forajidos que sólo se fijan en él como un número, como un candidato a engrosar sus cuantiosas¾¾y cada vez más cuantiosas¾¾filas. El fin era la caridad de la verdad, concretada en el hijo de Josesito. No escribí una sola línea sin tener eso en mente. Y así juzgué cómo y dónde poner el énfasis. No se podía decir todo. Nunca se puede decir todo. Además, el Papá de Josesito era muy básico, y no se le podía pedir tanto. Así que me limité a lo más elemental, dicho de la manera más elemental posible. Y luego de haberlo escrito, cosa de diez años atrás, lo circulé entre varios amigos que me dijeron unánimemente que no le haga llegar ese diálogo, que no había la menor posibilidad de que lo entendiera. (Aquí pondría lo que le pasó a Josesito luego, pero duele demasiado y no diré nada. A ver si todavía me atribuyen el “uso” de otro caso en contra de su orga). Diez años después encontré en mi archivo el escrito y se lo mandé a Wanderer, considerándolo ahora (después de todo lo que pasó) oportunísimo. Para que otros no corran la suerte de Josesito.

Lo que nunca pensé es que el Athonita no lo entendiera.

Con eso en mente, vamos a la primera observación y las 7 puntualizaciones, pues.

Y antes que nada, observo que deberían leer con atención, él, el Athonita y Natalio Ruiz. Entre leer bien y mal hay una diferencia esencial, no de grado. En ningún lado digo que la diferencia entre el sacerdote y el laico no es esencial.  Reproduzco la frase, por si acaso: “Algunos tienen las condiciones para desempeñar ese ministerio en su plenitud, otros en grados menores”. ¿De dónde sacaron que digo que la diferencia no es esencial? Porque, hagan sus deberes señores, en todos los lugares en que se habla del sacerdocio común de los fieles, invariablemente se dice que la diferencia entre el sacerdocio del ordenado y el que no lo está es esencial, no sólo de grado.

Cuando “sólo” lleva acento va en lugar de solamente. Y “no solamente de grado” implica “también de grado”. De lo otro, no hablé, no venía a cuento. (Para el caso, ¿creen que esoy a favor de la ordenación de mujeres también? En tren de atribuirme cosas, ¿por qué no? Pues bien, Tomás trata la cuestión y, surprise, surprise, el muy machista dice que no se les puede conferir esta sacramento, por una cuestión de grado¾¾S. Th. III, q. XXXIX, a. 1, Respondeo).

Pero hablemos un segundo de este asunto, ya que estamos. Un amigo mío de los tiempos de colegio se ordenó sacerdote y eligió como lema¾¾aquel que se pone en la estampa recordatoria¾¾una frase del Kempis: “A los sacerdotes se les da lo que ni a los ángeles”. Conociendo a mi amigo y sabiendo perfectamente por qué había elegido esa frase para conmemorar su condición sacerdotal, después de la ceremonia de ordenación, le comenté a otro compañero de colegio que mi amigo no duraría mucho. No era difícil profetizarlo. Y duró menos de seis años. (¡Ya sé, ya sé! Aunque sea sacerdote para siempre).

*

Lefebristas, kukús de toda laya y no sé cuantos más, objetan la doctrina del sacerdocio común de los fieles que a su gusto, les suena a heterodoxa. Y a fé mía, para la fe que tienen ellos, sin duda que lo es. Constituye una de las mejores cosas de Vaticano II (que tiene muchas deficiencias también), y Coulson y Bouyer y Galot y no sé cuántos más han demostrado que la fuente de esa idea está en Newman. Sobre todo por su brulote “On Consulting the faithful” que a él tanto le costó y que el P. Baliña ha traducido y prologado brillantemente no hace tanto (está editado por Vórtice con el título de “Los fieles y la tradición”). Es la fuente de todos los incisivos alegatos que se sucedieron contra el clericalismo, comenzando con la carta abierta de Bruckberger y que culminan con “Religiosos y clérigos contra Dios” de Louis Bouyer.

El Athonita (su Jefe también) harían bien en fijarse, ché, porque entre otras cosas involucra su propia concepción del sacerdocio. La cuestión del celibato, por ejemplo, o la litúrgica, de veras, créase o no.

La cuestión del celibato enfatiza a los gritos que no cualquiera puede ser cura (aquí remito a la “Sacerdotalis Caelibatus”, una de las pocas cosas dignas firmada por Paulo VI. El nº 52 comienza con la interesante afirmación de que “El leal conocimiento de las dificultades reales del celibato es muy útil; más aún, es necesario para el sacerdote... etc. etc.). El celibato subraya como ninguna otra cosa podría hacerlo que el Sacramento del Orden no es para llevar y traer a la ligera, que no es para cualquiera y que, también, es para todo el que, debidamente ilustrado, y con las condiciones debidas, se le anime.

Por ejemplo, yo no me animé.

Pero dije que el “sacerdocio común de los fieles” es doctrina vinculada a una gran cuestión litúrgica (y aquí, atención, Athonita, ¡cíñase los lomos!). Que es la necesidad imperiosa de restaurar la celebración de la misa ad orientem. Que es la urgente necesidad de terminar con el inverosímil invento (con el cuento de que los primeros cristianos así lo hacían) de celebrar versus populum. Que nada urge más que, permítame la bruta parola, celebrar “de espaldas al pueblo”. Lo explicó magníficamente Gamber, Ratzinger, Uwe Lang y mil otros. Es una actuación del sacerdocio común, donde el celebrante y el pueblo rezan en común y “participan” de la misa (de manera esencialmente diferente, ya sé, ya sé que el laico no puede sacrum facere, entendido formalmente. Y miren las cosas que me obligan a aclarar, pedazos de...). Adorando en común al Totalmente Otro. Lo otro, lo de celebrar de cara al pueblo, no es sino consecuencia de una enorme estafa, inspirada en el clericalismo más burdo del pre-concilio, donde el cura tiene un papel de actor en lugar de celebrante. El showman en lugar del mago, no sé si me entiende. Todavía está por escribirse y aún no se ha hecho, pero algún día quedará clarito como el agua que los lodos del post-concilio proceden de los polvos del pre-concilio. Y que cuando un día el mundo despertó progresista, resultó que eran los mismo tipos, la monja que prohibía a sus alumnas ponerse pantalones usaba ahora minifalda, el moralista casuista despertó liberal, el confesor morboso estaba ahora con la liberación sexual, el cardenal solemne y pomposo se dejó el pelo largo y se subió a una moto, et ainsi de suite. Los Kukús jansenistas eran ahora Kukús progresistas. Y eran los mismo Kukús. Y así en este caso: el clericalismo cambió de cara, dio un salto gatopardista, pero seguía más vigoroso que nunca. De la renovación incruenta del sacrificio de la cruz pasamos a una comidita entre amigos. Que no se puede hacer sin un showman.

Le dan la espalda a Dios. Deberían convertirse, metanoia, y darle la espalda al mundo. Y aquí no hay tutía. Es como el principio del tercio excluído. Y fue por esto que Bouyer y Jungmann se arrepintieron públicamente. Ustedes también lo pueden hacer. No hay lugar para diagonales bizantinas, a ver si me hago entender de una vez. Por mí, (disculpe don Wanderer), si quieren celebren en castellano, en latín o en caldeo, no le doy la importancia que otros le asignan. Siempre que se adore a Dios. (¿Hará falta traer a la memoria que adorar quiere decir volver el rostro hacia Dios?).

Si gravis, brevis. Dije que iba a ser breve, y no me sale, pero trataré, os lo prometo. Vamos con las puntualizaciones. A la primera. Que me he quedado con el Primer Motor Inmóvil si pienso que Dios no precisa de nosotros. Es cuestión de énfasis. Y en cualquier caso, sí señor, Dios es el Primer Motor Inmóvil. Puede usted decir que es más que eso. Déjeme decirle también que no es menos que eso. In horresco et inardesco. Por lo demás, no creo que sea legítimo hablar hoy como si  no viviésemos el tiempo de la pura inmanencia. Pensar que los musulmanes han tenido que venir a recordarnos que Dios es Dios y que no nos necesita, como Aquel que le pregunta a Job dónde estaba cuando hacía las montañas. Islam quiere decir sumisión. Y buena falta que nos hace. Un poco de Islam, ché, mientras caminamos entre el pantanoso fango de la religión horizontalizada, del sonríe Dios te ama, etc. Y eso no quita que puede predicarse, de algún modo, que Dios nos necesita. Pero esta vez juzgué que no hacía falta y quería enfatizar esto otro, que destaca San Bernardo una y otra vez: “¿Quién es Dios? El que no te necesita. (Cita un salmo que dice exactamente eso, que ahora no encuentro. Espero que no me atribuyan otro invento.)

A la segunda. En la Suma contra Gentes se hallará dilatadamente tratada la cuestión de la magia. Y en algún rincón, por qué la misa no es magia. Dicho lo cual, por supuesto que sé, como usted también, que es magia blanca. Pero mi referencia Castellaniana alude a los que entienden que el ministerio sacerdotal se reduce a la “venta de ceremonias mágicas”, mezcla de torpeza, simonía y brutalidad que caracteriza a tantos clérigos y que así quiso describir el bueno de Castellani. En el diálogo telefónico he querido destacar la estupidez de los que extrapolan el efecto ex opere operato de los sacramentos a extremos intolerables y absurdos. Te hacés cura y vas derechito al cielo, etc... No me digas.

A la tercera. Que un cáncer o quedarse sin laburo o cualquier desgracia son el altoparlante de Dios, la voz de Dios amplificada, es la tesis central de C.S. Lewis en “El problema del dolor”. Si usted tiene problemas con eso, arréglese con Jack Lewis y no con Jack Tollers que sólo repite mal. Yo, por mi parte, resulté convencido (después lo encontré en otros lugares, la Simona Weil, por ejemplo).

A la cuarta. La cita de San Juan de la Cruz es correcta. Dice exactamente así (referido a los maestros espirituales): “El que temerariamente yerra, estando obligado a acertar, como cada uno lo está en su oficio, no pasará sin castigo, según fue el daño que hizo”. (Llama de Amor viva, Canc. 3, nº 56). Invocar a Santo Tomás tampoco estuvo mal, bien que en su tiempo no se hablaba del sacerdocio común de los fieles. De todos modos, en su objeción primera del artículo primero de la q. XXXVII, dice al pasar que “Este sacramento es más digno que otros, en cuando constituye a los que le reciben en algún grado sobre otros” (en la respuesta no niega este aserto en particular). Sí, quédense tranquilos Athonita, Natalio Ruiz, más adelante Santo Tomás también reconoce que el sacramento del orden imprime carácter.

A la quinta. ¿No le gusta lo que digo sobre el Dios que nos deja solos para que hagamos lo que querramos? ¿Quiere usted que entre en la cuestión de la gracia y el libre albedrío? ¿Que discutamos sobre Miguel de Molinos? ¿Que lo convidemos a Bañez para que nos explique lo de la premoción física? Por supuesto que nos deja solos. Desde luego que en Él somos, nos movemos y existimos. Pero a cuento de qué enfatizar el aspecto contrario del que quiero enfatizar. ¿De dónde y cuento de qué infiere que porque subrayo un aspecto desdeño el otro? ¿Le hice acordar al Abogado del Diablo? Usted también.

A la sexta. Señor, su concepción sobre la especificidad de la misión que nos confiere Dios al enviarnos... es por lo menos rara. ¿Sugiere usted que Dios le dijo a Juana de Arco que Él quería que ella muriese en la hoguera? Y mire que oía voces. Fuese así y no hubiese retrocedido la primera vez firmando una declaración de apostasía. Fuese así y no la hubiese vuelto a desafiar... pero llorando. “Dieu le veult” era su lema, claro que sí. Lo cual no quita lo dicho. (Estoy harto de esta presunción, como la de los jesuitas que dicen que cuentan con el “carisma” del discernimiento de espíritus. Ja, son unos piolas bárbaros. El jesuita que me dijo eso, había “discernido” que debía ir a Japón. Después de veinte años de horroroso exilio, se casó con una alumna japonesa y tiene dos japonesitos. qué discernimiento ni qué niño muerto. Ya te voy a dar discernimiento a vos).

A la séptima. Cuando ingresé a Tribunales hace cosa de treinta años atrás, me tocó en suerte un viejo oficial primero que me repetía todas las mañanas del año, infinitas veces: “Hay que leer, pibe, hay que leer”. Quería enseñarme a prestar atención, a leer bien. Al final, algo logró. Athonita, haga lo mismo. En ningún lado sugerí siquiera que Dios abomina de los que ingresan en conciencias ajenas con permiso del sujeto en cuestión. Digo exactamente lo contrario, abomina de los intrusos, de los que se saltean la puerta, como dice Cristo en su parábola del Buen Pastor. Los malos pastores “suben por otra parte” y son “ladones y salteadores” (Jn. X:1). “Mas el que entra por la puerta es el pastor de las ovejas”. Cristo mismo se tomó el trabajo de explicar esta parábola. Se identificó con el Pastor y también con la puerta, lo que ha dado mucho trabajo a los exégetas. Pero no explicó quien era el portero. Allí me remito. Si usted quiere destacar que Dios “nos necesita”, ¿por qué me negaría que Dios “necesita” de nuestro consentimiento, como a osadas se lo pidió Gabriel a la Santísima Virgen? Permiso.

Por último y en cuanto a la cita de Elredo de Rieveaulx¾¾monje por quien tengo especial simpatía, como que tuve la suerte de peregrinar hasta su abadía, de leer y releer su tratado sobre la amistad, como que domina mi escritorio una foto de su abadía en el norte de York, como que no es Escocés¾¾estoy perfectamente de acuerdo. “Si no te incrustas en tu preciso puesto, dejarás un insalvable agujero que nadie podrá reemplazar”.

Precisamente, es lo que estaba tratando de decirle al padre de Josesito.

Desde el llano profano, en donde oigo confesiones, exorciso demonios, bendigo la mesa y ofrezco sacrificios, le imparto mi bendición laical, a 22 de noviembre de 2008, recordando que hace 45 años fallecía el insigne C.S. Lewis.

 

Jack Tollers.